TÚ
ERES PEDRO…
José
Ros
Comunicador
Recuerdo en mi infancia que,
una vez pasada la noche de San Juan con fogatas y fuegos artificiales -todo ello permitido en la década de los
50- los chicos reuníamos la leña que
sobraba y algún que otro petardito para hacerlos arder el 28 de junio por la
noche, es decir, la víspera de San Pedro y San Pablo.
Con el tiempo, debido a la
reglamentación sobre el cuidado del medio ambiente y también a una disminución
del espíritu católico, fue desapareciendo esta última tradición. ¿Quién se
acuerda ya de Pedro y Pablo?
Si no hay fiesta y jolgorio parece que tampoco hay
santos. Por eso, ahora sin fiesta, sin saltar fogatas ni comer salchichas,
intentaré recordar rápidamente que Pedro fue el hombre que recibió de Jesús el
mandato “Apacienta mis ovejas” (Jn. 21:17). Así fue reconocido en la tradición
cristiana, como sucesor de Jesús y, junto con Pablo, sufrieron el martirio en
Roma.
Sergio Méndez Arceo, obispo de Cuernavaca, en Méxíco, hombre cercano a su pueblo |
Es importante recordar que, con el paso de los siglos, al obispo de Roma, y sucesor de Pedro, le comenzaron a añadir títulos: Vicario de Cristo, Sumo Pontífice, Cabeza de la Iglesia… Incluso a nivel político se le nombra como Jefe del Estado Vaticano, con himno y bandera del Estado y una guardia suiza…, todo lo cual no condice ni con Jesús, el Maestro, ni con los primeros discípulos.
Nuestra Iglesia católica
tiene que rehacer, eliminar, suprimir y renovar muchas tradiciones y costumbres
que la han ido alejando del pueblo.
Cardenal Ottaviani, rígido defensor de una iglesia anclada en el pasado |
Por eso, 20 siglos después,
sin necesidad de fogatas ni de grandes festejos, es importante recordar este 29
de junio que el papa es ante todo el obispo de Roma, “primus inter pares” (el
primero entre iguales) aunque la historia ha afianzado mucho más la expresión
“el primero” y ha dejado de lado el “entre iguales”.
Es importante recordar que
fue en la edad Media y por disputas entre reyes e intereses personales que se
fue forjando esa figura casi mítica de una persona que ha sido elegida para
apoyar a su pueblo y no para recibir títulos ni beneficios, algo que el actual
papa Francisco está impulsando, a pesar de la resistencia y problemas internos
que le presentan algunos miembros de la curia más cercana a él.
Recordemos la célebre frase de San Agustín: «Vobis sum episcopus,
vobiscum sum
christianus” («Para
vosotros soy obispo, con vosotros soy cristiano”).
Todos queremos ver y apoyar,
al celebrar la festividad de los santos Pedro y Pablo, a ese Francisco
cristiano que aceptó la responsabilidad de hacer más cristiana a la
Iglesia.
28
de junio de 2017.
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